lunes, 16 de marzo de 2015

La morte della Vergine, Andrea Mantegna.




Esta obra fue realizada por el pintor italiano del Quattrocento Andrea Mantegna, discípulo del pintor, humanista y coleccionista procedente de Padua, Francesco Squarzione, con quien trabajaría hasta cumplir la mayoría de edad. Posteriormente, se trasladaría a Mantua, donde en el seno de la familia Gonzaga, trabajaría y realizaría esta obra para la capilla del castillo ducal. Muere en 1506.

La obra data en torno al año 1462, pintado utilizando el temple sobre tabla. Se encuentra en el Museo del Prado, sus dimensiones son de 54 cm de alto por 42 cm de ancho.

El tema de la obra es religioso, sobre la muerte de la Virgen María. Al cuadro le falta la parte superior, en donde se representaba a Jesucristo recogiendo el alma de la Virgen. 


Composición completa de la obra realizada por Andrea Mantegna.
La obra pudo ser observada en conjunto en una exposición que tuvo
lugar en el Museo de Louvre, París, en el año 2008.





Mantegna enfoca la atención a la figura que yace tumbada, la Virgen dormida (según la tradición ortodoxa). A su alrededor se encuentran los apóstoles, once, ya que según los evangelios apócrifos, tras el suicidio de Judas Iscariote, Matías es incluido, y al anunciar San Miguel el fin de la vida terrenal de la Virgen, estos se reúnen, a excepción de Santo Tomás, que se encontraba predicando en la India. 
En el centro de la composición, San Pedro oficia con un misal al tiempo que uno de los apóstoles sostiene con una mano el agua sagrada mientras con la otra bendice a la Virgen ante la mirada de un tercero. Un cuarto apóstol de espaldas inciensa el cuerpo de María. Los demás se alinean en dos filas delante de la Virgen. Todos menos San Juan (el primero a la izquierda con una palma) portan velas y cantan el Exiit Israel de Aegypto, Alleluia, como recoge la Leyenda Áurea de Jacobo de la Vorágine.

 Las figuras de los Apóstoles, poseen unas vestiduras precisamente dibujadas, y con expresiones dramáticas en sus caras. 









El espacio se encuentra perfectamente definido por las pilastras de estilo renacentista y por el pavimento ajedrezado. El fondo del paisaje corresponde fielmente  a los alrededores de Mantua, se muestra ordenado, un lago de plateada superficie, y sobre este el puente de San Giorgio. Al fondo se encuentra el Borgo di San Giorgio. De esta manera, la acción parece transcurrir en el Palacio Ducal de Mantua.



El estilo de la pintura es veneciano. Andrea Mantegna empleó colores fríos para la representación de la escena.


El Tránsito de la Virgen es una obra maestra por su perfecta composición, resuelta mediante una habilísima contraposición de horizontales (ventana y lecho de la Virgen), verticales (apóstoles y pilastras), y diagonales. Gran estudio del espacio, aplicó la perspectiva lineal para lograr la sensación tridimensional. El punto de fuga mediante el cual Mantegna consigue dar profundidad a la obra se encuentra en el extremo más lejano del puente, donde convergen las líneas del suelo y las cabezas de los apóstoles. Finalmente, con el uso del claroscuro, dota a los elementos de volumen e imita con gradaciones de color la luz que incide en los personajes.


Estudio de la perspectiva y del punto de fuga.